RESPUESTAS A CRISTIANOS
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Libro de la genealogía de Jesucristo,...

• Antes de responder preguntas, observemos un detalle pequeño, pero totalmente de acuerdo con la verdad del nacimiento virginal de Jesús. Desde el inicio de la lista, vemos que se utiliza la palabra: “engendró”. Todos engendraron. Pero no dice así de Jesús. Dice que José fue marido de María, pero no que José “engendró” a Jesús. Mateo deja entender desde el principio, que el Padre de Jesús hombre, es Dios mismo.

Si comparamos la genealogía de S. Lucas con la de Mateo, vemos que hay diferencias.
        
Faltan nombres y hay otro orden. ¿Por qué es así?
¿Acaso la genealogía no es una sola y única?

Ninguna de las genealogías de Jesús, ni la de Mateo, ni la de Lucas, pretenden dar un árbol genealógico exacto.

Ninguna de las dos es completa.

Explicar esto en pocas palabras es imposible. No lo podemos hacer aquí, porque no disponemos de todos los elementos necesarios. Es que la genealogía es un género literario de difícil interpretación.

Si bien por un lado estos listados eran el registro detallado de quienes pertenecían a una familia de hijos, padres, abuelos y bisabuelos, por otro lado se realizaban para usar en diferentes asuntos. Y en ese caso se le cambiaba la forma, pero siempre era correcta.

Es decir que no eran una sola y única por familia, porque el asunto dependía del propósito para qué se había hecho esa lista.

Las genealogías judías de la antigüedad tienen varios detalles interesantes para nosotros, pero estas cosas -a la vez- nos complican para entenderlas.

Por ejemplo: a menudo salteaban (pasaban por alto) generaciones.

El idioma que hablaban influía también.
El idioma que utilizaban en aquella época no tenía palabras para diferenciar “abuelos” de “nietos”. Entonces uno era el “padre” de otro, aunque existieran varias generaciones entre ellos.

De igual modo, otro era “hijo”, aunque existían varios cientos de años entre ellos.
Esta es una de las razones por las cuales se denomina “hijos de Israel” al pueblo hebreo, aunque Israel (Jacob) ya había muerto hacía muchos siglos.
Más tarde en el tiempo empezaron a hablar en griego, y no existían las palabras “yerno” ni “nuera”, así que les decían: “hijos o hijas”.

De modo que: Las expresiones “hijo” y “engendró” indican una ascendencia, pero no era necesariamente una ascendencia inmediata. En lo que hace a genealogías bíblicas, tan pronto como uno mira dos o más generaciones hacia atrás, una persona resulta tener automáticamente más de un “padre”.

Adoptar también era una costumbre común, y eso afectaba los lazos de sangre. Esto significa que también se formaban parentescos, que no eran de sangre.

Un ejemplo de esto es Caleb, de los espías de Moisés, el que estaba a favor de entrar a la Tierra Prometida a pesar de los gigantes. El libro de Números nos dice que era “cenezeo”. Había nacido de un padre NO judío, pero fue adoptado a la tribu de Judá e ingresado a la línea de Hezrón.

Otra particularidad era que:
Las genealogías hebreas se formaban como un esquema, en cuya elaboración intervenían móvi­les teológicos y artisticos.

Vemos un ejemplo de esto en el texto de S.Mateo 1:17 , donde se menciona un esquema de tres series de catorce nombres cada una.

Mateo debe haber armado esto con fines prácticos, como ayudas para recordar, pues indican tres periodos de la historia nacional judía: La teocracia, la Monarquía y la Jerarquía.

También se puede citar como ejemplos de esquema, que hay:
diez... generaciones de patriarcas desde Adán hasta Noé... y
        diez.., desde Sem (hijo de Noé) hasta Abraham.

Para lograr tales esquemas, o para mencionar sólo a los personajes clave que deseaban hacer notar, se dejaban ciertas lagunas en las genealogías.

se eliminaba el nombre del padre de algún individuo para relacionarlo más bien con su abuelo u otro antepasado. Así que la expresión “hijo de fulano” ha de entenderse a veces como “descendiente de fulano”.

Todo esto se complica también en el tiempo. Los acontecimientos no se pueden determinar con fechas exactas.
Partiendo de las genealogías no se pueden establecer fechas. Esto es algo que tenemos que recalcar: Que en general, las listas genealógicas sirven como referencia y guía, pero para nada más,... porque por la manera en que fueron hechas, por como fueron armadas para esclarecer tal o cual punto, así como porque ya muchas fueron destruídas o se han perdido, no existe exactitud.

De ninguna manera son doctrina.

Son elementos, constancias de apoyo a la Palabras de Dios,
pero no es la doctrina.

Son hechos, sucesos, nacimientos, pero no doctrina.

También se encuentra que lo que parece “Hijo” puede significar “aprendiz” o “socio”, y “hermanos” puede denotar a los firmantes de un pacto.

Luego, al observarse los nombres, la repetición de ellos en una lista puede reflejar la realidad histórica, pero en ciertas épocas los nombres personales se conferían como patrimonio familiar.

Padre e hijo llevarían el nombre Zacarías, y a veces se pierde la huella de cual de los dos se trata.

También sucedía que un mismo individuo tenía varios nombres (Eliú / Eliab / Eliel) , y uno puede llegar a pensar que se está hablando de varias personas en vez de solamente una.

Terminemos esto aclarando que,...

por un lado,... las aparentes diferencias entre las genealogías han sido resueltas por personas que las han estudiado concienzudamente, y por otro lado,...

nuestra salvación no depende de nuestra capacidad para resolver esas dificultades. Y no debemos perder de vista, al leer las Escrituras, que el propósito de ellas es guiarnos hacia el Hijo de Dios, y hablarnos acerca de Su Reino.

Debemos cuidarnos al tratar estos asuntos...

Si concedemos excesivo valor doctrinal a las genealogías, nos puede pasar como a los cretenses, que de tan habladores que eran, mezclaban como verdades lo que era y lo que no era.


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